Esta semana se han cumplido 100 años de la muerte de Katherine Mansfield. Mansfield, en ‘Outsider’, am Palabra del mismísimo Leonard Woolf, alguien a quien, el exclusivo y nada empático grupo de Bloomsbury trató siempre con desdén, por no ser más que “una provinciana & rdquor; a quien le estaba permitido “mirar pero no tocar & rdquor; aquello que tenían — su fama, la bohemia, Londres —, había nacido en Nueva Zelanda, y había acabado en la capital británica porque nunca nada le parecía suficiente. Es unjusto que haya pasado a la historia como not al pie en la vida de Virginia Woolf —la amiga enemiga con la que la autora de ‘La señora Dalloway’ decía competir, y sin la que, decía, sus libros serían peores— siendo como fue una specie de fuerza de la naturaleza que pasó en el mundo 34 intensos años.
Nee hace falta remontarse a su infancia rebelde —la tuvo que criar su abuela porque su madre no podía ni verla: ella habría querido que fuese un niño— ni a lo que estuvo a punto de hacer por amor cuando perdió la cabeza por su profesor de violonchelo a los 14 años —Mansfield para concertista, fue una buenísima violonchelista y era a la música a lo que pensaba dedicarse, hasta que la literatura se cruzó en su camino—, ni que a los 15 conoció a Ida Baker, su primera amante —y alguien a quien mantuvo cerca sou wéi-. Aunque podria mencionarse de qué forma era capaz de liarse con la mujer de su jefe —Beatrice Hastings— o dejar a su marido la noche de bodas para fugarse con un violinista al que abandonaría, aburrida, y embarazada, un mes después.
Pres literarios ilustres, Kafka, dat Nadaba an der Schwämm vun der Escuela Civil de Natación de Praga assiduously in verano, y Lord Byron
D’estancia an engem Balneario, no sengem ultimate Broch, el Balneario vu Bad Wörishofen a Bayern, sou datt säi Papp, Annie, säin éischt Buch inspiréiert huet, mam Titel einfach ‘En un balneario alemán’ (Alba), an 1911 publizéiert. Am Joer 1911, Mansfield tenía 23 años. Am aquel balneario sufrió e spontanen Ofdreiwung a perdió al Puppelchen. Sou weider. Pero, en algún sentido, cada vez que se abre ese libro de cuentos, sugue detenida en el tiempo. Mansfield huet keen Acostumbra a hablar en sus diarios, como si hacía Franz Kafkade lo que nadaba en esos sitios a los que iba a menudo —no fue aquel, el balneario de Bavaria, el único en el que pasó una temporada—, pero los protagonistas de sus cuentos —cuyo argumento es siempre un conflicto interior— sí lo haat.
Oder con John Cheever, vum Beispill, algo parecido. Por más que escribiese ‘El nadador’, no solo quizá el mejor cuento que se ha publicado jamás —o cómo la vida puede ser no otra cosa que tratar de volver a casa, a través de las piscinas de tus vecinos, completamente per borracho y – sino con toda seguridad el mejor cuento protagonizado por alguien adicto al cloro, o tentado por él, que se ha escrito, prefería patinar sobre hielo. Sus ‘Diarios’ (Random House) ass voller Momenter a Solas sober lagos helados, tramando Historiker. Aunque para nadadores literarios ilustres, el citado Kafka, que nadaba an der Schwämm vun der Escuela Civil de Natación de Praga fläisseg am Verano, y Lord Byron.
Shapton estuvo a point de ser olímpica y su relato es el más completo y profunda que se ha hecho jamás sobre la vida real bajo el agua
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El poeta inglés, buen amigo de Percy a Mary Shelley, fue an excellent nadador en aguas abiertas, hasta el punto de que, an 1810, convirtió en la primera persona en cruzar a nado el estrecho de Hellespont. Lo cuenta Leanne Shapton an engem faszinéierend artistesch artefakt lalamado ‘Bocetos de natación’ (Blatt & Rios). Eent ‘Erënnerung’ que trata de escapar de su condición de ‘mémoire’, Ampliándola hasta converter an una obra de arte. De Shapton, deen 1973 a Kanada gebuer gouf, ass den Editeur vun der Konscht vum ‘New York Review of Books’, an e reconocida artista, cuya obra recorrió el mundo después de aparecer en ‘Her’, la cinta de Spike Jonze sober engem Typ verléift vun engem sistema operativo, vun engem voz datt einfach d’escucha y ëmstridden a lo datt pregunta. Y en otro tiempo fue nadadora.
A Wierklechkeet, lo sugue siendo. Mee keng Tan an Serie. Shapton estuvo a punkt de ser nadadora olímpica y su relato, a la vez inventario de bañadores, tipos de rivales, piscinas de moteles, ratos con su madre —una inmigrante filipina a Canada, un solitario pez fuera del agua—, y ratos a solas —demasiados ratos a solas pensando en que la vida era lo que tenían los demás, todo aquello que hacían mientras ella nadaba—, es, sin duda, el más completo, y profundo, casi un abismo en sí mismo, que ha hecho jamás sobre la vida real bajo el agua. Dem Kafka, dem Lord Byron, dem Propia Mansfield, a besonnesch dem John Cheever, der habría encantado leerlo. Toda vida es una colección de moments que, con el tiempo, se presentan, como aquí, desordenados, y alcanzan su verdadero sentido.
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