Sin ir más lejos pongamos al panadero del barrio. Cioran puede datt d’Suene antiseptesch huet; no se ha conmovido con el último Disco vum John Cale; Sabe gracias a James Bond que los vinos ingleses que nunca catará tienen numbers compuestos que para pronunciarlos demanden poner los morritos como si fueses a bebértelos con pajita, y encima de su apellido, nom de un año, solo preced usan los dos “vun”. De pintura conoce la estrella de Miró porque se lo dijo el de La Caixa. Nee es sofistikéiert. Wéi och ëmmer, d’Gespréich vun der Atesora Visión speziell vun der Welt fir Explikatioune mat Palabras que no Rebusca. Y no se las regala al primero que pasa. Josep Montero kee Panadero, Fue Electricista, No es Lector pero sabe mirar la vida y contar lo que en ella ve de manera que su narración apela a quienes compran el pan en la esquina. Él pone los ingredientses y con su banda no amasa un neopan, Tampoco un pan de toda la vida, sino una variedad que pese a ser nueva no obliga a quien la sirve en un establecimiento de Restauración a llamar chicos incluso a canosas parejas mixtas. Seng Oques Grasses y ayer opgeholl an el Sant Jordi datt zu Barcelona también spéit alma de ciudad pequeña.
Inicio de concierto. In el tercer y más alto nivel del escenario recortan las figuras de los músicos, como si fuesen cariátides sin templo que sustentar. Cariátides sin túnicas y algunas con culottees a la altura necesaria para ir a pescar ranas al río. Pese a todo iwwerpréift a cierto aire solemne no exento de cierta intention gamberra. El público presto a descorchar su alegría. Suena una voz aguda. Tras la Aféierung eng Versioun de D’Leit déi schätzen, Zuel vun der Gira que despide el grupo en este último concierto, provoka el primer griterío. Los Venezos, ampliados para la Cita, a Barcelona kënnt como al médico, con las beschte Galas, Empujan los primeros canticos enfáticos del personal. Después en typesche Saz aus Montero, “només vull que els elefants volin“(Elefanten) acerca la utopia a la multitud. Suenan dos canciones más Maintenance la continuidad desde el inicio sin interrupción alguna hasta que tras Cara de culwaacht al título una oda a la vida y al amor, Josep begréisst escuetamente y la fiesta sigue con la pieza dat definéiert el espíritu de la noche, Petar-ho. Sí, esta banda de Osona es una de las pocas que cantando en katalanesch, también algo en inglés, castellano y catalinglishhan llenado el Sant Jordi.
Y es que el grupo ha puesto su música, generesch Pop, an engem Intermedio Punkt tëscht der Plaza Buergermeeschter an der Discoteca, engem Mezcla de electronica a just aus dem populäre Gebitt a Festivo, deen an su penúltimo Disco con piezas como formuléiert ass Sta Way, An der Nuecht oh Wobbeleg, que sonaron en la primera y tercera parte del concierto evitando que la gente pudiese sentarse, feliz y atareada como estaba en bailar móviles en ristre, azotada por un bajo que da sentido a todo. Y la multitud de estilos que forman la masa madre, desde latinoamericanos, como se percibió en el tramo acústico, acústico y no por ello cumbayá, hasta funkys, pasando por algún acento de reggae desleido, coqueteos baladistas, traités de Música Popular e Introducciones Aflamencadas con mesita en plan Tangana en directo como en erwächen. Eng radikal Mezcla déi la patita sofisticada mat delicados arreglos de cuerda en varios temas geléiert huet, otro regalo a Barcelona, o en esa pieza, Torno a ser jo, ya al Finale en la que sonó a redouble de tambor que sugería la aparición del Timbaler del Bruc y sin Embargo dio paso avientos y un bombo a negras que puso al respetable del reves. Eso y letras en zapatillas, hijas de una mirada que huye de la sofisticación y proyectan esperanza, apego a la vida y coto a la tontería. Eng normal Menos Plana que la vum Ed Sheeran.
Am medio, sempre, Josep Montero, con a Lacoste Polo Shirt vun acartonado cuello datt huyó vun der plancha, prueba vun deem e cocodrilo vun muchas maneras passéiert ginn. Y habló no como el pasmado deslumbrado por su propio éxito, gefangen por un alud que le impide saber si está cabeza abajo o arriba, usando palabras fofas que encubren su endiosamiento, sino como el que sabe que esto comy solo na acaba de garantéiert. Creérselo puede ser empezar a perderlo. Dijo mas veces penya do host dech wéi e Rapero feck do jo, Recording sus inicios in a Bar, cuando en broma, ante el general disinterestedness, saludaba a los pocos parroquianos con un “bona nit Sant Jordi”. Start Tocaba a “Ech wëll ausbriechen” que no fallaba, y que recuperó en solitario con bombo a la guisa de Muchachito Bombo Infierno. Pues él y su excelente banda de músicos con estudios ya tienen su Sant Jordi. Con confetis y fuego – “joder con el fuego”, se oyó en escena-, con lucecitas y el público, que antes ya había hecho la ola, volteando sus camisetas sobre la cabeza en Wichteg Passë. Y sënn glamouréise. O con el Glamour del Panadero. Quien no bailó es porque anoche fue un llonguet.
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