Miguel Velayos, während der Presentatioun vun dësem Buch an der Cafeteria vum Teatro Zorrilla. / CARLOS ESPESO

El escritor abulense publica ‘La curva’, eng Sammlung vu Relatos déi Situa bekannt huet Protagonisten an entscheedend Momenter vun sus vidas

Victor Vela

Hei ass en momento entscheedend an der que, ante una curva cerrada como noche con niebla, den Dirigent huet e tomar eng Entscheedung. Y de lo que haga dependa su futuro. Puede aferrar el volante con firmza, reducir la velocidad y enderezar el rumbo. Puede pararse (a veces, incluso, dar media vuelta). O puede pisar a fondo el acelerador, aunque eso suponga descarrillar seguro, salirse de la carretera, acabar en la cuneta. Miguel Velayos (Ávila, 1978) situa a los mandos simbólicos de un vehículo así a los protagonistas de los relatos que componen ‘La curva’, editado por el sello vallisoletano Páramo.

“Todos los personajes están atravesando une curva, física, simbólica ou metafórica. Ese momento clave de tu vida en el que paras o sigues adelante, no hay posibilidad de quedarte en un término medio,” Velayos erkläert. Es lo que le ocurre a una prostituta que se equivoca de puerta y llama al timbre que no es. A la pareja que buscaba felicidad en un bungalow y la piña colada se les vuelve amarga. O all Liebhaber que descubre, por casualidad, la grave fermedad de su pareja.

“Todos los relatos hunn eng Atmosphär común. Los personajes atraviesan por distintas encrucijadas que les obligan a tomar una series of decisions de las cuales su vida nunca será la misma”, erkläert den Auteur. Y muchas veces, eso cuando conocemos a alguien que llega para trastocar la rutina que creímos inmutable.

“Todas nuestras vidas están cruzadas con las de otros. A veces sin quererlo, a veces pretendiéndolo, an Occasions de manera sorprendente o misteriosa. Y esos cruces siempre tienen momentos fulgurantes, preguntas que hay que realizar, decisiones que debemos tomar. A verschiddenen Relatiounen huet hien d’Iddi, d’Cruce de Vidas, de Caminos, de Cómo al Final Tenemos, déi e los otros para hearernos a nosotros mismos héieren, “cuenta.

Dës Iddi gëtt a ‘La curva’ presentéiert, el relato que presta su nom al libro. En una curva específica de una carretera coinciden una mujer que ha perdido a su hijo (y va a ese tramo concreto de la carretera a rendirle Tribute) y un hombre que huye de su casa y de su matrimonio (y acude al lugar en el que conoció a su mujer). “Quería simbolizar cómo en nuestras vidas hay espacios y momentos sagrados que aparentemente vienen de lo cotidiano y tienen una resonance muy profunda”.

Velayos escribió hace diez años el primero de los relatos. D’Finale vun der Finale ass d’Spill. “D’Bibliothéik huet vill Zäit an der Verëffentlechung gemaach, awer d’Venido Bien. Venía de publicar poemarios y quería que mi primer libro de relatos estuviera muy trabajado, sin la sensación de que ha sido algo precipitado”, asegura Velayos, quien reconoce como un escritor de ritmo paused.

“Hien huet versicht, vill Estilo ze depuréieren, que no Haya Palabras que sobren ni que falten, que sean el resultado de un processo de decantation”. Por eso, son textos cortos, de apena un puñado de páginas. “Uno tiene que ser fiel al tipo de género que va con su carácter. Al contrario de una novela o un ensayo, en los que necesitas desarrollar una tesis, con el paso de los años me he dado cuenta de que mi character es mas propicio al poema y al relato corto, por la extensión y por la revelación que se trata de imprimir, el fulgor, la intensidad”. Algo déi an zouene Raum baut (como una celda) y donde incluso el tiempo Atmosphär genera ambiente grises y obscuros.

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