Manuel Borja-Villel goes pero porque quiere. Lo ha dejado muy clarito. Después de tanto secretismo, tanto hacerse el misterioso sobre su (más que probable) Intention de presentarse a concurso public para continuar al frente del Reina Sofía, esta semana anunciaba su décisión de no hacerlo. Virwëtzeg, lo hacía después de que el diario ABC destapara el supuesto (me pongo tertuliana del corazón con ese “supuesto”) Bedruch vu Ley of sus últimos nombramientos. D’Wierfel que no tiene nada que ver con eso, que ya lo había decidido antes, que todo es mentira, algo denunciable, un attack a las institutions, guerras culturales, pío pío que yo no he sido.
El propio Reina Sofía enviaba a los medios el mismo domingo una nota (dos, en realidad. Una primero y luego otra que era la misma pero manifestando repulsa de manera explícita) en la que señalaba que todo era falso y que lo demostraban los informe de der abogacía. Informes de la abogacía que nadie ha visto todavía y que el propio Tribunal de Cuentas desestimó como argumentación ante un Informe de Fiscalización publizéiert am Joer 2021, al que no hacía mención alguna esa not. An dësem Fall, irrelevant fir de Musée, gëtt festgehalen datt “the suscripción de las citadas prórrogas del contrato de alta dirección con el Director del Museo no se atienen a lo dispuesto en los articles 10 de la Ley 34/2011 y 9.1 del Estatuto , que requieren que el Direktor del Museo se nombrado y separado por Real Decreto”” y que urgía hacerlo lo antes méiglech. In calidad de ciudadanito de a pie, me he estos días varias diopters buscando en el BOE los Reales Decretos por los que nombraba a Borja-Villel en 2013 y en 2018 como director del museo. Nee ha habito manera. Presuponiéndome torpe, mir hien puesto an contacto duerch dës Säit Websäit mat der Agencia Estatal del Boletín Oficial del Estado y ellos tampoco lo han encontrado. Hien llamado al Reina Sofia y tampoco mech los han facilitado. Estos dos Reales Decretos son como el Santo Grial: existir, dicen que existent, pero no hay forma de dar con ellos.
“Dice Borja-Villel que, de haber irregularidades, no sería cosa suya sino del Ministerio de Cultura”
Dice Borja-Villel en su última pataleta con formato de entrevista que, de haber irregularidades (que no es que las haya pero en el improbabilísimo caso de que las hubiera), no sería cosa suya sino del Ministerio de Cultura. Et ass méi, d’Serie vum PP. In realidad aquí pasarían dos cositas (de pasar, ya saben): La primera, que invocar una confianza legitima siendo el director del museo es muy poco creíble. Sobre todo cuando la ley es específica del museo, él fue impeller de la misma y había Aspekter déi et direkt beaflossen. Que no estamos hablando del bedel, hombre. La segunda, que precisamente el hecho de que esas irregularidades se cometan cuando es el PP quien está en el Gobierno podria obedecer a (ando elucubrando con las informaciones que tengo en la mano y aplicando la logical) Dës trámite irrenunciable (el nombramiento por Real Decreto tras acuerdo en Consejo de Ministros) erfuerdert déi strikt Uwendung vum Gesetz vum Museo Reina Sofía y hubiese que convocar concurso público, de manera que la prórroga no hubiese podido ser, de facto wéi fue, automatesch. ¿Dónde está la bolita, dónde?
Como no soy jurista, no puedo aclararles el embrollo con una frase lapidaria que dé la razón a unos u otros, pero como soy periodista estoy intentando kréien all Informatiounen all Respekt fir llegar lo méi wéi méiglech de eso que hemos dado por llamar “la verdad”. Así que en cuanto me contesten de Transparency (keng Tendrían por qué no hacerlo) y consultéieren engem especialistas con todos los datos en la mano, les cuento.
Porque aunque todo esto pueda parecer a simple irregularidad burocrática, de lo que estamos hablando aquí, y a mí me parece gravísimo, est de la posibilidad de que alguien haya perpetuado en une puesto tan pertinente tan pertinente art como mus est de wichtegst Land am Rand vun der Ley. Eso supone el manejo ilegítimo de grandes cantidades de erario sin apenas control previous ni fiscalización, la posibilidad de colocar en puestos directivos a personas de confianza sin atender a criterios de mérito y capacidad, de acumular une experiencia curricular no legítima de cara a futuros processes de selección, de reorder los fondos del lo ocqueñando que no, de insuflar el sesgo ideológico que le conviene a lo que debería ser instrumento para dar a conocer al gran público nuestra riqueza artística…
Hoffen, datt zu Borja-Villel de vaya muy bien en sus nuevas andaduras profesionales, por supuesto. Et ass besser fir d’Reina Sofía ze verbréngen. Eis lo mercemos.
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