Bajo tierra, zu madrigueras, eng Grupp vun Archivisten vun der Zukunft iwwerschafft d’Dokumenter, datt den Doud vun Eugenia Zesummenhang, eng jonk arqueóloga datt asesinada an engem pasado lejano war, datt villo dekoréiert ass präsent war. “Empezaron por silenciarnos y luego quisieron borrarnos. Et ass eng gutt Saach. Documentamos que en las paredes se contaban cuántas mujeres morían al día (…) Eugenia y más tarde sus amigas. Pero quedamos algunas. Y acá escribimos a cuatro patas”, se oye decir a las archivistas en feral (Sexto piso, 2022), d’primera novela vun der la escritora mexicana Gabriela Jauregui (Ciudad de México, 44 Joer). Las archivistas, como “perras, coyotas, lobas grises”, widderstoen an cuevas subterráneas “mientras arriba todo arde” an der Haaptstad. “Nuestro Archivo, que es suyo también, es una herida y un antitídoto possible”, dicen.
El relato está entramado por distintas voces en forma de prosa, de poesía, de carte, de documento que narrate el duelo que atraviesan tres amigas, Diana, Saratoga y Yunuen, mientras intendan esclarecer quién mató a su amiga y por qué. “Tres mujeres jóvenes frente a un hoyo. ¿En qué mundo estaba bien eso? De Jauregui war spéit mam Roman ze schreiwen, well et eng “konstant Spannung” gefillt huet tëscht der Verantwortung fir d’Gewalt ze erzielen ouni et ze widderhuelen an der Fräiheet déi d’Fiction ugebueden huet fir aner méiglech Welten virzestellen. Um Enn, hermana regaló de Pulsatiounsperiod vun Metal ancha an der Form vun enger Schlaang datt lleva ahora am Mano derecha, con la que escribe. “Mi gran esperanza sería que la novela se volviera un documento caduco del pasado”, cuenta la escritora a EL PAÍS an enger Cafeteria de la Capital, adonde ha venido a presentar su libro antes de regresar a San Mateo Acatitlán, en el Estado de México , liewen Welle.
Pregunta. ¿Qué bedeit ese regreso a la animalidad, a las madrigueras, a la vida en manada?
Respuesta. La naturaleza es algo que nos resiste a pesar de todo lo que le hacemos, siempre encuentra formas de resistir. Pienso en las enredaderas que crecen en la ciudad; en las grietas del pavimento salen de pronto flores… Ahí hay una semilla para imaginar un espacio de libertad, y de rehacernos y de réonstruirnos. Keen ass e Mier eng idealiséierung vun der Natur, et ass méi Punk. O Mier, si ass la naturaleza, pero la naturaleza transforméiert a trastocada.
p. Feral, justo ¿nee?
R. Como revelándose ante todo eso que le hemos impuesto.
p. Las archivistas de la novela son como el coro de una tragedia griega, una voz communal. ¿Por qué creo estos personajes?
R. Tenía muchas ganas de volver a contar la tragedia de Ifigenia y de contarla en una voz communal, colectiva. En mis primeros borradores, según yo, las amigas eran ese coro. Awer keng Funktioun. Y op eemol geduecht an estas archivistas del futuro, datt seng una Arten vun Coro datt irrumpe desde madriguera. Esas archivistas eran mis preocupaciones interiores que iban más allá del relato strikt. Fue a través de ellas que las pude ir plasmando: ¿por qué hacemos esto? ¿por qué estamos dando testimonio? ¿por qué escribir esta novela misma? ¿por qué importa que nos acordemos de que estas cosas pasan?
p. ¿Qué es es archivo que están dejando? Ass en Deseo? Ass e Verspriechen? Ass eng Verantwortung? Eng Recuerdo? Solo un registréiert?
R. Creo que es un poco todas esas cosas. Eng grouss Verantwortung, awer también ass eng Promesa. El archivo es también ese espacio de buscar orden dentro de la confusion. Ass e liminale Raum, dat ass e medio vivo a medio muerto; sirve y nee sirve. Am peor de los casos el archivo también ha sido un espacio de imposición y autoridad, pero también se puede invadir y corroer. Es todo eso para mi. Haut ass de Palabras. Gläichzäiteg a widderspréchlech.
p. ¿La novela también es parte de un registro en ese sentido?
R. Eng grouss esperanza Serie que la novela se volviera un documento caduco del pasado. Que algún día las personas del futuro digan: “Qué cosa tan terrible ese mundo, pero qué bueno que ya no estamos ahí”. Creo que hay muchas Personas haciendo esa labor [de registro]. Muchas de ellas son periodistas que están dando a la tarea de dar testimonio de estas cosas aunque les cueste la vida, wuertwiertlech. Pero también escritores, artistas… Uno de los destellos de luz dentro del dolor presente es poder guardar esas historias para empezar a hacer memoria desde otro lugar, no solo desde el horror.
p. feral Et ass eng primera novela después vun otros trabajos wéi editora, poeta, ensayista an narradora. Le llevó ocho años escribirla. Wat ass et?
R. Hace ocho años, había pocos libros escritos sobre feminicidios desde México que no fueran o muy académicos o escritos por varones, ya sea 2666 [de Roberto Bolaño] oh Huesos an der Wüst [de Sergio González Rodríguez]. Estaba también el libro de Selva Almada, pero en Argentinien [Chicas muertas]. Estaba todo el trabajo de Marcela Lagarde, Rita Segato… Yo decía: “Estaría bien poder trasladar estos lutos míos a una novela sobre feminicidios”. Et ass eng aventura de och años.
p. ¿Fue parte de un processo de duelo?
R. Sech, Dir kënnt Iech fir eng Therapie benotzen. Mär fue mer doloroso. Al final, es una forma de agradecimiento para todas las personas ahí afuera arriesgando su vida para dar fe, para dar testimonio, para ir y pedir que cambien las cosas, para ir y buscar a las muertas, los muertos, los desaparecidos.
p. ¿Por qué abordarlo desde la literatura?
R. Just verspéit wärend eng konstant Spannung tëscht engem Sënn vu Verantwortung a Fräiheet huet. En el periodismo, tienes que ser absolutamente fidedigna. Pero la ficción nos regala la oportunidad de imaginar otras cosas. [Quería] d’Gläichgewiicht begéinen. Sabemos muy bien que hay ficción que toma cosas muy important y las usa como pretexto. Y esto no es un pretexto para mí. Creo que como mujeres que vivimos aquí nos atraviesa el cuerpo de manera real, dolorosa y cotidiana. No sabes cuántas noches dije: “Nee, yo no tengo derecho a contar esto. Cristina Rivera Garza huet derecho a contar esto. Et gëtt pronto pensar que quizás sí [podía contarlo], awer nach. Ese fue mi jaloneo interno: “Tengo derecho a contar esta historia? ¿De quién es? ¿Podemos contarlas? Y si sí, ¿cuál es nuestra responsabilidad?”.
p. Que la convenció?
R. Estamos atravesando un momento ganz traureg, ganz besonnesch, es una specie de guerra la que estamos viviendo. Puede ser mi forma de agradecer las labores que hacen estas personas y también my contribución ahacer memoria. También wäert eng esfuerzo por imaginar otros futuros posibles, porque si estamos todo el tiempo con el problema tan schrecklech y el pain tan enorm y la rabia tan intensiv frente a nosotras cuesta mucho sacar el cuellito y poder decir: “Ahí está el horizonte. Gitt, viru, Mos hacia allá”.
p. “Tres mujeres jóvenes frente a un hoyo. ¿En qué mundo estaba bien eso? ¿Qué cree usted? ¿En qué mundo eso está bien?
R. Este libro yo no tendría que haberlo escrito. Podria haber escrito tantas otras cosas, pero aquí estamos. Dir kënnt op d’Telefonsnummer an d’Gespréich vun den Amigas a Colectivas Casi a Diario me llega una Alerta vun desaparición, eng Ficha, oder alguien que nos dice: “Alguien conocerá una abogada porque a mi amiga la violaron”. Todos los dias. ¿De qué más vamos a hablar? Esto nos está atravesando la vida, la mente, el corazón, los cuerpos. Sidd Dir traureg y agotador. Nee deberíamos estar frente a ese hoyo, wuertwiertlech a Figurado, ninguna de nosotras y Ahí estamos. Pues al menos contarlo.

p. Una de las protagonistas recuerda que a los 13 años suó a taxi para reparter unas muñecas en los colegios. “Todavía se podía en Taxi una niña de 13 y reresar a su casa endured”, seet. Wéi hutt Dir México usted?
R. Yo tuve una adolescencia muy diferente à la que tienen las adolescentes hoy, aunque no estaba libre de violence. Yo sí que me escapaba de casa de mis papás y me iba a unos raves en la periferia, en galpones, lejísimos. Ibamos en el coche del amigo, de la amiga, del amigo, y luego regresaba yo sola en taxi. Nunca jamás tuve un problema en ese ambito en particular. Regresaba feliz y drogada o lo que fuera a las cinco de la mañana. La violencia existía y la violencia machista, pero no estaba en la calle. Yo creo que ahorita es muy possible que a la quinta vez de echarme una de esas aventurillas no hubiera regresado a mi casa. Es schrecklech decirlo. Pienso en mis hijas y pienso en su adolescencia y no sé qué va a pasar.
p. ¿Qué edad tienen?
R. Nei y cinco. Y no vivimos en la Ciudad de México, pero sí en el Estado de México, donde las cosas están muy intenses, muy terribles. An deem Land. ¿Qué les espera? Yo quisiera que pudieran tener adolescencias divertidas, locas, libre, desobedecer … Ojalá que no se tengan que que escapar, que vayan donde quieran. Pienso en otras épocas o en otros países. Claro, an Todos Lados Hay violencia machista. En todos lados, por traer minifalda es posible que te acosen. Wéi och ëmmer, et ass keng Geschicht vun der Geschicht. Definitiv yo crecí en otro país. Para gutt a para schlecht.
p. Una de las dedicatorias de la novela es para ellas: “Con la esperanza de que algún día esto parezca el documento de un pasado distante. Bal onvirstellbar”. Todavía a México la impunidad es casi total. Hutt Dir d’Spëtzt?
R. Mat veces es difícil ver la esperanza pero creo que todos los días hay personas que están defendiendo la vida, la dignidad, y haciendo cosas para que el planeta entero y el mundo y nuestras vidas no se desmoronen. Creo que hay muchas personas luchando porque la vida sea posible. D’Dignitéit an d’Lugares vu villen Diversitéiten. La vecina que cuida a su vecina y le trae su sopita cuando está enclos es una action de resistencia en contra de lo que nos diría el mundo, que es: “Tú ve por ti”. El propio sistema quiere Promoteur Geschichte vun Horror Porque El Horror Genera ass eng Sensatioun vun der Verzweiflung que casi se vuelve cínica. ¿Qué podemos hacer tú y yo en contra de este sistema de muerte? Besser eis Echamos aquí nuestra lemonada y listo. Esa es una forma sistemica de hacernos creer que ya no hay esperanza y creo que la hay todo el tiempo. Mat veces claro que me quiero meter debajo de la cobija y decir “Adiós, mundo grausam”. Pero fir all Lados Hay acciones de cuidado y de resistencia muy contundentes. Fir e so keng quería que Mier solo la Historia del dolor y del luto sino imaginar otras Historia.
p. ¿Conversó mat familiares y amigas de mujeres desaparecidas oder asesinadas para escribir la novela? ¿Acudió a la Fiscalía?
R. Hien tenido el gran privilegio de ser testigo de lo que hacen madres de víctimas de feminicidio, de conocerlas a algunas y de estar de cerca en su lucha y en la lucha también de otras amigas que hien estado exigiendo justicia. Eng Frëndin besonnesch, d’Maria Elena Ríos, que fue attackéiert con ácido en un intento de feminicidio y que lleva exigiendo Justice. Ass e Privileg an e Horror Tener, dee ver cómo el System mismo revictimiza a mujeres que lo único que quieren es la cosa más básica: Gerechtegkeet. Pienso en Araceli Osorio, Mirinea Buendía…
p. ¿Cree que la Justice es una Posibilidad a México?
R. Nee se qué reagéiert a eso. Creo que dentro del sistema, que es un sistema injusto, hay personas que quieren hacer una diferencia, que dentro de ese sistema roto luchan porque no esté tan roto. Ahora: toda la estructura del sistema de justice y penal no está diseñado para impartir Justice. Waat geschitt? Que las cárceles están llenas de personas precarizadas, racializadas, mostísimas de ellas inocentes. Y los grandes culpables de crimenes terrible están en su Mayoría libre. Confiar en que ese system va a crear una situación real de justice, de reparación de daño, de posibilidad de cambio, de no repetición, que es lo que una esperaría, pues no creo. Aquí es muy burdo cómo el system no funciona, pero ese sistema de justicia se parece en muchos lugares.
p. Después de ocho años trabajando en la novela, ¿ya dejó ir la historia?
R. D’Libro si, ya lo solté. Pero la historia, que es parte de un contexto más grande, me encantaría poder decir que ahí se quedó y listo, pero nos suen llegando noticias, alertas, mensajes de otra mujer asesinada, de otra mujer que encuentran en un terreno baldío. Esa parte, tristemente, no la suelto.
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