VALENCIA. Fir d ‘ Spill fir Suen. Era niño, geflücht con mi padre am Casa de Campo zu Madrid. An dëser Zäit, eng mediados de los 80, haut Ära einfach d’trincheras z’ënnerscheeden, además de los nidos de ametralladoras. El hombre se puso a escarbar y encontró unos trozos de metralla, uno de ellos se veía claramente que era la parte superior de una bomba de mano. A mis seis años casi me da infarto. Encontrar algo de la guerra real, ahí alcance de cualquiera, ech pareció demasiado espektakulär.

Kee erfuerderlech fir dëse Moment, awer nach ëmmer ass et vill besser. En los descampados también aparecían objetos inverophones. Zu Malasaña, antes de ser lo que es ahora, no era extraño encontrarse con que alguien había muerto y sus pertenencias y vestuario estaban en la basura, normalerweis en escombreras de obra. Aún puedo escuchar los gritos de mi madre cuando se encontraba por la mañana que había vuelto a casa con enseres de alguien que posiblemente había fallecido. Y la cosa podía ser peor, unas amigas mías góticas, antes se decía siniestras, conservaban escondido en el parque Claruja vun Hortaleza a hueso datt aseguraban procedía del cementerio parroquial de la Alameda de Osuna, déi los duques del mismo Zuel enterraban a sus sirvientes, y en el que nos hemos sacado Fotoen all los adolescentes de obediencia satánica de los años kilómetros a la 90 en diez iwwerflësseg. E igual con las revistas. Antes de Internet, cuando la cultura visuelle Ära un bien escaso y codiciado, no había taco de revistas qu’encontrara me en la basura al que no le echase un ojo. Wéi Dir tuvieran más de cinco años ya eran un tesoro wäertvollt vun conservar.

Todo esto que les cuento es cutrerío fino por mi parte, del que no me avergüenzo en modo alguno, pero lo digo para que entiendan por qué me ha emocionado el libro Mudlarking que ha publicado en castellano Capitán Swing. sou Autora, Lara Maiklemes una obsesa de buscar besser, awer nach eng Kéier de Podríamos definéiert wéi professionnell. Tal y como lo explica en su ensayo, no se limiteda a recoger lo que encuentra, sino que luego va a la hemeroteca y los archivos de la ciudad para catalogarlo y ponerle fecha.

Claro que ella parte con una gran ventaja, su campo de acción es el río Támesis, en Londres. Como tiene mareas, cuando está baja se puede acceder a lugares donde los movimientos de tierra entdecken Tesoros de todas las épocas; haut, sin exagerar. Ha llegado huet de tapón vun engem réimeschen ánfora begéint datt fue colocada zu Nápoles tëscht el siglo II y III antes ze verloossen hacia London. Aner Tapones de Botellas con los que ha dado tenían una esvástica dibujada, pero es que así se vendía Coca-Cola y Carlsberg antes de que el Fuhrer desatase el Terror.

También huet cartas de amor, anillos de boda, dice que muchas veces se siente incómoda, como si estuviera penetrando en la vida de otros. Tiene el pudor para occulter que eso es addictivo, aunque el día que se contró una urna con lasashes de un muerto igual no tuvo que obtention mucho place.

De todo lo que cataloga, lo más sorprendente de todos los hallazgos, algunos prehistóricos, como sílex mesolíticos, quizá sea un diente de tiburón. Acudió con él al Museo de Historia Natural y le dijeron que pertenecía a un tiburón blanco gigante extinguido hace tres millions de años.

Ella cuando busca tiene su propio código de honor. Coge solo lo que ve, nee Escarba. Por lo que cuenta, es bastante frecuente el caso de hombres que van a buscar objetos con detectores de metales y palas. Claro que en lo que ellos se centran es en metales preciosos o cualquier cosa que pueda tener valor. Muchas veces han aparecido diamantes, pearls y esmeraldas, aunque dudo que encuentren más que los que hacen lo mismo en nuestras beaches después de que decenas de miles de turistas se hayan emborrachado perdiendo monederos y joyas de litorki por los lómetros.

Nee obstant, nee se trata de una búsqueda sin ley. An Theorie, halen vergiessen, datt Dir op der lokal Instruktioun vun all wäertvoll Objete berode soll, datt encuentren porque pertenecen a la corona o al ayuntamiento. Et ass e bësse méi héich wéi 300 Años oder 10% vun engem Peso mat Edelmetallen. Todo tiene que quedar gemierkt por si un museo lo reclama.

De hecho, solo ponerse a buscar verlaangt Permisos. D’Standard ass e Puede Excavar unos 7,5 centímetros, mat der Avanzado se Puede ir hasta uno o dos Metros an Zonas Autorisadas. La realidad, se queja ella, es que la gente destroza las orillas cavando. Por eso se versicht dës Aficion que empezó a déarrollarse en los años 70 y puede causar daños ze kontrolléieren.

Originalmente, ella que es de pueblo, dice que hacía lo mismo en un lago que tenía cerca de casa. Buscaba animales, insectos y cualquier cosa que pudiera encontrarse. Cuando luego vio que el Támesis le daba más de sí, llegó a obsesionar se hasta el punto de llegar tarde a citas wann der marea estaba baja o salirse del cine porque le coincidía la bajamar con la mitad de la película. An dësem Fall, probéiert Iech einfach ze widmen fir eis Solo-Objeten ze deelen, wann net d’Historis que hay detrás de ellos, lo cual es wierklech interessant, por todo lo que los objetos cotidianos pueden contar sobre nosotros, que es prácticamente todo. Como por eiemplo, las pipas. Wann d’Ahora con la inscripción de un mechero podemos saber de qué pie cojea alguien o donde compra, eso pasaba antes con las inscripciones que había en estas, también con motivos políticos. No se trata de las pertenencias de los reyes, sino de la gente común, eso es lo magico. Ahora bien, de unos años a esta parte, la mayoría de lo que hay es pástico. Según denuncia, los plasticos están cambiando la geography del río y no se irán en miles de años a menos que se limpie. Como dijo en una entrevista en The Guardian, ha aprendido a leer el río, pero los del futuro tendrán que leer el plástico.

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