Era un brindis, claro, pero también una declaración de intciones. “Esta va para los que sueñan”, cantaba Emma Stone an Damien Chazelle rozó la gloria de la Academia si no hubiera sido por aquel polémico sobre mal leído. Hijo de Harvard, Donde Compartió Habitación mit dem Komponist Justin Hurwitz –del que no se ha separado ya nunca– y infuriating “Nerd” vun der Musek, el realisator debutó trompetero en “Guy a Madeline op enger Parkbank” y se hizo eng Zuel mat der Adrenalinica “Whiplash”. Ganó, eso sí, el Oscar a Mejor Dirección con su musical para los corazones rotos y, justo después, probó suerte con el encargo de estudio “Éischtmann”nüchtern Neil Armstrong.
Revisionista orgulloso, a quizá enamorado del ejercicio de libertad de la mastodóntica “Erase a vez in Hollywood”vum Quentin Tarantino, Chazelle vuelve por sus fueros con “Babylon”Donde también cuenta mam Brad Pitt y Margot Robbie y nos propone un viaje al primer Hollywood, ese en el que aún no había letras gigantes en la ladera de la montaña… ni Tampoco praktesch Buenas Guiden en los estudios, entregados a los egos y las adicciones de sus popes.
Allegoria hipersexualisada
En esa primera y decadente gran fiesta de Hollywood, Pitt da vida engem Schauspiller buscavidas queere parecer a Douglas Fairbanks, mientras that Robbie, in allegoría hipersexualisada, parece a espejo of Clara Bauer. Por alli desfilan también Tobey Maguire –tëscht der Autoparodie an dem Iwwerschoss vun enger diabolescher Make-up –, John SmartDe Max Minghella aus “El cuento de la criada” an den Eric Roberts, deen d’Partie an d’Liewe geruff huet.
“Babylon”capaz de ofrecernos estrambóticas peleas con serpientes, eng Successioun vun orgías de adictos y hasta a bosta de elephante disparada para gozo del spectador, es eng Aart vun obskur Versioun vum “Cantando bajo la lluvia”, Un Filme venerado por su regisseur y que aquí no hay siquiera ganas de occult como severo homenaje. Chazelle, enchido de sí mismo, se permite toda la desnudez que no pudo darse aquella industria de los años treinta a los cincuenta. Y justo ahí, cuando parece que la película tan solo viene a hablarnos de la decade del final de una, el regisseur nos regala el descubrimiento del mexicano Diego Calva, bendecido hasta por las criticas mas duras a la cinta, que las ha habido, e iracundas, an aner Lado del Atlántico.
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“Es una película contra la sensation de control. Contra esa manía que tenemos los directors de intentar que no se nos escape hasta el més minimo detail. Y también a favor de esa esperanza con la que llegamos all a esto”, explicaba hace unos meses Chazelle, cuando aún no había enseñado nada de su filme. “Al final, creo que todo ass zesummegefaasst an dat ass e película sobre soñar. Y sobre el sueño último, al menos en mi caso, que es el de sobrevivir al paso del tiempo y de las modas, an das sincero el regisseur fir “Collider”.
Y, así, ass “Babylon” parece una última oda a la offense, una colección de estatuas rotas y decapitadas, como desvistiendo al clásico de esa majestuosidad de la que siempre quiso hacer Gala. Chazelle, busca de su primer gran taquillazo más allá del reconocimiento de unos premios que sí, le vuelven a poner en las quinielas, al menos, para estar nominado al Oscar, construye aquí una fantasía de lo ególatra. “Creo que es el filme en el que better me lo he pasado nunca, weighs a lo intenso del rodaje”, erkläert de Robbie zu “Fandango” esta misma semana tras volver a ponerse en la piel de una de esas (con perdón) “rubias” Tontas» del cine añejo a la que reivindicar tan solo como “rubias que se hacían las tontas”. El paso del cine mudo al sonoro, entre excesos y faltas de respect, sirve en último término para que “Babylon” también Mier una moralesch Reflexioun sober lo dass Hollywood ha ido permitiendo (o nee) según la época.
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