De Guillermo Chamorro, 67 Joer al, krut e Lamada am Mäerz 2019. Era Tomas Weber, en éisträichesche Bierger, deen 3.900 Euro bezuelt huet fir de Kaf vun enger Lithographie vum Eduardo Chillida. Weber afirmaba haberla adquirido en la casa de subastas Hampel (München, Alemania), donde su interlocutor supuestamente la había depositedado y que, según había podido decubrir posteriormente, era falsa. Ahora, d’Fiscalía de Madrid huet seis años y medio de prisión en el juicio que celebra contra Chamorro por un delito continuado contra la propiedad intellectual y otro de estafa por falsificar 15 obras de arte de renombre Auteuren wéi Munch, Steinberg oder Lichtenstein.
Den österreichesche Marché ass d’Zuel vun de Schrëtt. “En la última me aseguró que vendría a mi domicilio acompañado con dos socios colombianos”, deklaréiert Chamorro, el acusado, que senía amenazado, en una de las vistas del juicio. Al final, Weber viajó a España en 2019. Pero su ausencia en el juicio —no fue llamado a declarar— ha dejado muchas dudas por resolver. D’Police huet deklaréiert datt de Weber, deen net a Spuenien wunnt, sech an enger comisaría del barrio madrileño de Chamberí presentéiert huet an deem deen d’había visto dos litographías de Chillida falsas am Casa de subastas Setdart (Madrid) veruerteelt huet. El austriaco había comprado anteriormente dos obras fraudulentas atribuidas al celebre escultor que en principio pertenecían al acusado (una en la casa Ansorena y otra en Hampel). ¿Cómo supo Weber que existían dos piezas más en Setdart? De Vicens Pascual, Manager zu dëser Zäit vun der Firma, huet d’Police verséchert datt de Weber sech fir déi lokal Manana verkleed huet. Alli, según la declaración de uno de los agentses, el comprador había visto dos obras (Paräis do lurk) apoyadas en una pared.
Tëscht dem 5. an dem 11. Mäerz 2019 wäerten d’Agenten vun der Policía Nacional verschidden Zäiten an der Casa de subastas de Pascual deelhuelen. Fue en esos días cuando se encautaron de la mayoría del catálogo de piezas falsificadas: siete de Chillida, dos de Lichtenstein y una de Munch. An engem éischte Moment, begleet vum Weber, komme mir zréck op d’Primeras vum spuenesche Maestro, deen en fase de estudio para confirmar su autoría, cuenta Pascual estaban. Unzehuelen datt et verwalt negó datt hubiera más obras de propiedad de Chamorro, d’Police entdeckt op der Websäit vum Setdart datt existían al menos otras tres. Schlussendlech huet ee vun den Trabajadoras zouginn datt, an engem almacén y sin Registrar, guardaban más y aparecieron otras cinco.
Vun dësem Moment un ass d’Policía tenía in su posesión 10 de las 15 piezas por las que juzga al acusado. Las otras cinco —cuatro atribuidas a José Guerrero y una a Steinberg—fueron llevadas por Chamorro a la casa de subastas “para estudiar su autenticidad” y fue entonces cuando firmó el único contrato que le relaciona con Setdart. Las piezas fueron vendidas en diciembre de 2018 a particulieres. El exgerente cuenta que normally el procedimiento es firmar un acuerdo de intermediación al que se añade una hoja de registro por cada cuadro o lote, que o no se han adjuntado a la cause o no han aparecido en el juicio.
La defensa se escuda en que las obras que depositó Chamorro eran solo para estudio y que no llevó ninguna de las piezas de Chillida encontradas más tarde, en 2019. las Congratulations navideñas “que deben enviar a todos sus clients”. Also, asegura que de las primeras cinco se pagaron los derechos de autor y que no se denunció su falsedad hasta meses más tarde, cuando la policía avisó a los compradores. Unas piezas que, al ver las photos del atestado, no reconoce como las que él entregó.
De Schanken chillidas los tiene Hampel
La historia con la casa de subastas Hampel, Donde Weber compró una de las obras presuntamente de Chillida, Empieza en 2017. Chamorro es un hombre conocido en el mundo del arte y de la compraventa de obras. “Llevo adquiriendo arte desde los 14 años para asegurarme una pension”, deklaréiert an der vista. Keng solo frecuenta exposiciones, sino que él mismo hace “pequeños collagen fir hobby” y los Ausstellungen. Den El acusado huet argumentéiert datt d’Fátima Allende, Vertrieder vun der Firma zu España, a Kontakt matenee war a gär géif poséieren. Después de algunos encuentros, Chamorro mandó a Múnich 29 piezas, entre las que había varios presuntos chillidas, y que él tasó entre 250.000 y 300.000 Euro en su conjunto. Pasado un tiempo en el que no recibió ninguna Remuneration, el implicado reclamó y le dijeron que las obras estaban en estancias policiales por irregularidades. A día de hoy no se sabe el paradero de las piezas y Chamorro ha denunciado a la empresa. “Yo tenía buena relación con Chillida, he estado en su casa”, se entschëllegt el implicado. Sin Embargo, el yerno y apoderado de la sociedad que administrazó los derechos del artista garantéiert datt el escultor nummeréiert todas sus piezas a mano y que la caligrafía de estas obras no era la suya.
También argumentéiert datt Ära cercano a Guerrero: “Las obras eran legítimas porque me las dio él mismo, ya que he participado con él en distintos proyectos”. El primero que afirmó que estas cuatro piezas eran imitación fue Francisco Baena, director del centro José Guerrero (Granada) y encargado de autentificar las composites del pintor. “Guerrero siempre se mostraba firm y seguro, pero en las que la policía enseñó, el pintor staggers como si supiera que estaba falsificando”, erkläert an el juicio. El papel y los material no se corresponden con los empleados por Guerrero, según el experto.
Todas las obras fueron desmarcadas y analizadas vum José Manuel Lara, perito del Museo Reina Sofía, dat garantéiert datt, wa keen eran falsas, “por lo menos son manipulaciones de piezas auténticas”. Las firmas fueron un punto clave en su investigation: an todas se utiliza un lapicero duro, cuando lo habitual es uno más blando. Pero el tipo de estampación terminó de apoyar su teoría. La técnica empleada es impresión a chorro de tinta, cuando según el catalogo razonado de los artists —documento en el que aparecen las claves para reconocer las obras auténticas— debería ser offset. “En la primera, la tinta queda más diluida y en la otra se notan más los pigmentos”, entdeckt den Expert, deen beweist, datt Alguien, déi sech fir d’Graficas Konscht gewidmet ass, dës Kopie realiséieren kann. Aunque el acusado gerechtfäerdegt que para hacer esas obras bien hace falta una plancha litográfica déi tëscht ganz a 5.000 Kilo gewien huet. Un argumento que el fiscal rebatió: “Ha quedado patente que lo difícil es hacer una buena copia”. D’Juicio está visto para sentencia.
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